.jpg)
Quise sentir en mis manos el roce
de la flor,
y en mi alma intranquila, sangrienta
una espina la rosa clavó.
Con mis ojos yo vi la hermosura
y encontré en la flor alta el calor
y su albura,
en mi boca de amor tan sedienta
hizo un cielo de suave frescor.
No comments:
Post a Comment