Es el tiempo una navaja
que en el cuerpo de la vida,
va modelando en sus cortes,
amarguras y sonrisas.
Quizá curase una herida,
quizá curase una llaga.
Pero al fin, ¿porque trabaja?
por alargar mal la vida,
y ver que el cabello en plata,
tornando va lozanía.
Yo conocí una chiquilla,
bonita, dulce y tan viva,
que cuando miraba al cielo
las nubes se descorrían
para que la viera el sol.
Y el aire, cuando reía
la miraba y juguetón,
se entrelazaba a la brisa
y bullía en sus cabellos
negros de niña bonita.
Pero el tiempo y su tortura
hiciéronse con su vida,
la maltrataron, la hirieron,
y ahora la veo pequeña,
pero ya no tan bonita.
Es serena, y su mirada
se mueve por los caminos
de las nubes,
y sigue siendo brillante
con su fuego y su sonrisa.
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