Tuesday, April 28, 2009

RIENDO


1.990


Había una vez, un hombre que reía,
y en su cara la sombra de la dicha se asomaba,

y en sus ojos, oculto por lo rojo de la boca,
clamaba una llama dorada que

muda, y ardiente como marca, en su almohada
amaba la luz del sol.

Y era ese hombre que no ríe,
la sombra alada que roba su celaje al alba,

siempre que el hombre ríe
el viento calla,la noche pena,

y el mundo gira,
PERO RIE, RIE, Y AMA