Perdido
¡Ay que un beso se ha perdido!
en el viento de la noche
que ha marchado
envuelto en ruido
envuelto en ruido
de tormenta y ¡Ay! su goce
me dejó ardiendo los labios
como si ramas de rayos
me quemaran con mil soles.
¡Ay que un beso se marchó!
dejándome triste y pobre
triste de miedos, de negro
pobre de sueños y amores.