La tormenta es el castigo
Del tiempo a nuestra prisa.
Corremos y el zumbido
del trueno paraliza
Nuestra mente.
Al cuello de una nube
Se enlaza una serpiente
Y de pavor la tierra ruge.
Un horrible crujido
Una luz deslumbrante
Y después en silencio
La tormenta se pierde
Y el horizonte recupera
La paz.