
Año 1953
Si hoy miro hacia el azul,
Y veo el cielo
mi alegría es de vivir,
de aspirar la luz,
de soñar en la noche blanca,
y buscar mil estrellas.
Busco al sol negro
de las noches,
y me balanceo en la nota triste,
con melodías de fin.
Puedo ser loco, pájaro y flor,
y existe en mi locura, el evadir
la memoria del dolor,
soy nube y estrella,
cieno y estrecho confín,
puedo estrujar en mi mano
la rosa roja de vivir,
y no parece extraño,
pues soy siempre loco, lejano
y feliz.
Puedo beber
en el manantial inconsciente
de la mente febril,
y buscar,
buscar lo incongruente,
de un horizonte eterno.
Puedo borrar la lid,
de vivir y ser sociable,
de pensar, de reír.
puedo cantar, y absorber
la armonía de los montes
y huir y llorar,
pintar el mundo a mi antojo,
de colores sin gris.
Puedo pintar de rojo,
el azul del cielo, y de añil
la copa de jade,
beber en mis manos
la tremenda inconsciencia,
de la hora perdida.
Escribo en mi castillo de soles
en la íntima melodía de la tarde.
Arranco al tiempo sus años,
y me visto con orlas de días,
con mi túnica de noches.
Escribo, y escribo ¿Para qué?
para olvidar que huyo,
¿Y de qué?
de una presencia extraña,
de vivir, de morir
de anhelar la mañana,
de apartar de las sienes,
el casco que anonada.
¿Para qué?
¿Si estoy alegre de llantos?
y vivo el ancho gemir de mi locura,
y busco en la negrura del alma
clavar mi corazón en una estrella,
¿Lucho ya por vivir?
¿Locura cierta?
¿O acaso no?
¡Loco ... loco..
¿Y por qué no Feliz?
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