.jpg)
5-12-52
Era un niño mirando una cereza
Muy roja.
Y en sus manos blancas era
Una gota de sangre.
Era toda su vida aquel árbol,
Tan grande.
Su sombra le abraza y le ofrece sus frutos
sangrantes.
Un montón de cerezas, le ofrece
amante.
Al buen Dios que en su luz, le acoge.
No comments:
Post a Comment